martes, 20 de enero de 2015

Con el sabor de un ultimo beso



Demasiado tiempo sin pasearme por mi rincón, si fuese un gran escritor se podría pensar de mi ausencia que mi “musa esta dormida” por suerte solo soy una Amontona letras, y mi musa al contrario de estar dormida, lo que esta es demasiado activa.

Hoy buscando refugio del frio que tiene encogida a media España, he tenido ganas de entrar en calor, supongo que ha sido eso…el frio….quien me ha puesto en la nariz el recuerdo de aquel domingo.
Tengo aquí en el despacho, el mismo frio que aquella mañana temprana, en la que la nariz no cumplía más función que la de emitir sonidos molestos. Justo en ese momento, cuando tu nariz ha pasado a ser una parte menos de tu cuerpo cuando el monte hizo un quiebro de esos extraños, formando tremendo jaleo y parándose en seco.

Deslizas tus manos por tu arma, pero no encaras, permaneces lo más inmóvil que el frio te lo permite, respiras hondo y haces un vago intento de hacer que tus sentidos se vuelquen en ese movimiento extraño.
Detrás se escuchan los primeros perros, con ladras temerosas, no continuas…tus ojos siguen clavados en esas últimas jaras que vistes moverse. Lo sientes, igual que él te siente a ti…. 

Tensión, pues sabes que el dueño de esos jarales se ha parado justo delante de ti.  No quieres ni que el viento te roce la espalda, te da pavor que el viento cambie, eres conocedora de que cualquier fallo va a delatar mas si se puede tu posición, te crees que has controlado hasta a la nariz molesta por el frio.

Sin esperarlo un pequeño podenco colorado emite un ligero ladrido, diciéndote “está aquí” y es efectivo pues el jaral cobra vida de nuevo….lo sientes venir, ahora si, te echas tu arma a la cara, controlas tu respiración, el pulso sube y tu mantienes la mente en blanco, en ese preciso momento eres tu, tu arma y ese jaral…. Casi cuando lo tienes, que incluso su lomo empieza aumentar su tamaño, casi cuando te va a cumplir..  esta claro, es ahora o nunca, y asi aprietas el gatillo, decidida, apuntando, con un pulso de acero…un solo pum que retumba en aquel jaral, un solo pum, que no hace ni cosquillas y que el único efecto que tiene es apretar el paso de tu amigo….. casi no lo crees y te ves efectuando un segundo disparo….

Bajas el arma de la cara, yo creo que a todos el subconsciente nos hace mirar a nuestro alrededor y gritar al cielo un “venga ya” no tiene explicación, se ha ido…  mas ligero que como vino, él se ha ido…. No te ha molestado la luz, ni el viento…seguramente habrá que culpar al frio, no ¿?

Así te ves, buscando una justificación, intentando consolarte a ti misma,  y es que esto de la caza como digo tantas veces es como el amor, se trata de probar, de creer que es tuyo, de creer que es acertado y para siempre … y bueno, si por un quiebro del destino el amor como la pieza se va…. Sería simplemente que no estaría de ser para ti, que no sería tu trofeo…… te deja el sabor en los labios de un fallo, te deja el sabor de un último beso, la boca seca y el corazón acelerado.  Se fue, ese jabalí me demostró que lo cierto puede ser incierto, que por mucho que creí dominarlo fue él quien me gano la partida…

Señores esta vez, me quede con ganas de más, me quede con el sabor de un último beso, me quede con una deuda pendiente….. ainss esto de la caza,¡¡¡¡ en la que a veces gana la que aprieta el gatillo y otras…. Otras gana el que sabe ser esquivo…


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