martes, 15 de marzo de 2016

El Tiempo



Sobre la relatividad del tiempo mucho se ha escrito ya, todos sabemos eso de que los segundos pasan de forma diferente dependiendo del lado de la puerta del baño en el que te encuentres, cuan relativo es el paso del tiempo.

Pero si en algo estamos todos de acuerdo, es que cuando es disfrutado se precipita, no se notan los segundos, se nos escapa entre los dedos.
Nos queda en estos días, solo la poderosa facultad de recordar, de rememorar una y otra vez esos segundos en los que casi fuimos dueños del tiempo y conseguimos detenerlo, esos pequeños instantes en los que metimos en la cruz y no disparamos, esos segundos en los que contuvimos la respiración y nos tembló el pulso, instantes que hacen que volver la vista atrás no duela.

Estamos rodeados de tiempos complicados para todos los que somos amantes de una pasión incomprendida, vivimos con el miedo de no saber reflejar y hablar con propiedad sobre ese tiempo que a veces conseguimos parar.

Pero tenemos la gran suerte, de seguir siendo dueños de nuestras sensaciones, esas mismas que nos permiten disfrutar de este letargo en el que estamos inmersos, de ser testigos mudos de esta primavera que nos saluda de frente, que da vida e inunda las ganas. 

Disfrutemos pues de este periodo, en el que el monte se muestra esplendoroso y nos enamora un poco más, esta forma de lucir los días, de mirar al horizonte y pensar que volviendo la vista atrás, sí que podemos parar el tiempo.

Con ganas de más… en la más bella de las esperas….

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