martes, 2 de enero de 2018

"Monterion"



     Monterion, bajo esta palabreja tan al uso en nuestros círculos, así tengo que comenzar esta divagación de mi mente inquieta.

Aun no aparece en el diccionario de la real academia de la lengua española, pero supongo que en un par de temporadas tendrían que incluirlo pues estamos consiguiendo que hasta el turismo cinegético extranjero venga a España buscándolo.

Supongo que Monterion se usa como unidad de medida, pues sirve para baremar desde la cantidad hasta la calidad, para coronar la gestión y premiar la eficacia de la misma etc  demasiados galardones para una palabreja acuñada en los círculos monteros, me entristece tener que afirmar, que demasiada carga de significado para una palabra que aún no está definida, quizá en esto radique la problemática de todo este sin sentido. Si a las cosas se las llama por su nombre, porque usamos algo que no lo tiene para definir tanto ¿?

Si algo me está sorprendiendo de lo que llevamos de temporada, es aparte de tantos “monteriones” ( supongo que este será su plural)  la aparición de la nada de tantos empresarios/ empresas del sector cinegético, orgánicos u orgánicas se hacen llamar, empresas con calendarios monteros a rebosar de “monteriones”, aquí es donde no termino de aclararme, creo estar comprendiendo que mientras más Monteriones incluyas en tu calendario, mejor orgánico eres, más prestigio adquieres y por consiguiente más confianza inspiras a tus clientes, quienes gustosamente entenderán que la relación calidad-precio en tu calendario estará más que justificada pues el Monterion también sirve para ello… para dar precio. No¿? 

yo que de orgánicos y orgánicas entiendo más bien poco, estoy llegando a la conclusión, de que esa empresa de hoy en día es aquella que puja en una subasta por un Monterion, para luego cebarlo, poder incluirlo como reclamo en su calendario, colocar a cada cual en su postura en la Montería, computar al final que pasen del ciento las reses cobradas, fotografiando aquello que pase del plata ( para añadirlo en páginas de “face algo” e “instan lo otro” y recoger algo en algún “todo aquello”).
Esta es una cadena de demasiados eslabones creo, llego a la conclusion de que si el monte está lleno de “pega tiros”, también necesita de “orgánicas de tiroteos” para que se cumplan las expectativas del “monterion” no ¿?

Supongo que yo soy demasiado romántica y por eso entro en estas divagaciones,porque mantengo la idea de que para dar un Monterion no se necesitan 200 cabezas en un plantel, tampoco es necesario un escalafón de bronces, platas y oros.  A veces, basta con cuatro risas durante unas buenas migas, las carreras de las reses tras las ladras apretadas de unos buenos perros, la suerte y fortuna del acierto o el fallo en un lance y porque no, el cobro de ese buen macareno, de esos que no se crían en jaulas y son difíciles de arrancar de sus encames..
Esto es lo que no se encuentra hoy en día, lo que deberia ser premiado, las organicas que de verdad deberian estar cotizadas, las de la caza del buen hacer, la caza de la duda, de si nos sorprenderá el medalla o nos quedaremos con las ganas, la caza en abierto, la esencia de la Montería.
Qué triste, que Monterion sirva para tanto y sin embargo deje fuera la verdadera esencia de la Montería.

Hoy a quien entro a este rincon, buscando esas fotos que se le asocian a este título, esos lances donde se cuenta más de 300 tiros, siento defraudar. Pues no será aquí donde los encuentren, Monterion en este rincon es aquel donde se mantiene esa esencia del lance que te pellizca el corazón, Monterion es ese donde como en el amor, puedes en dos segundos obtener la mayor satisfacción o el mas frio de los dolores, Monterion es donde se caza con el corazón y no con la cartera.

Señor@s creemos conciencia, enseñemos que Monterion es otra cosa.

Siempre con ganas de mas....

1 comentario:

  1. Monteria, por si mismo, es un término que sobrepasa el significado que pueda otorgarle un diccionario.
    Los que somos monteros, sin más, y sin menos, por qué no decirlo, valoramos la montería por lo que es, un cúmulo de sensaciones e incertidumbres que nada tiene que ver con lo que hoy en día, ofrecen los empresarios de la cinegética como monteriones en los que el éxito final está asegurado.
    Lo has definido muy bien. Montear es otra cosa. Te felicito por tener esa sensibilidad que caracteriza y diferencia a a los monteros de los matarifes que no soportan ir al campo y no tocar pelo. Estos últimos jamás entenderán ni percibirán los sutiles matices que produciéndose en la batida, provocan un estallido de emociones en el montero.

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