domingo, 19 de diciembre de 2010

Los Valsequillos...La odisea....

La semana ya comenzó complicada y el viernes no iba a ser un día mucho mas tranquilo, mis obligaciones me impedian por primera vez en la temporada acompañar a mis perretes a tronchar jaras. De camino para la oficina me iba encontrando furgones de rehalas que a mi paso me hacian luces y yo....yo simplemente pensaba en volverme, dejar los tacones en casa y llamar a mis perretes, pero La obligacion es la obligacion... al sentarme en el despacho no lo pude resistir, la primera de muchas llamadas a Adolfo, desde ahi hasta las 16:00H. de la tarde, la mañana se me hizo eterna...... sin duda, el peor de los viernes pasados, pero tras escuchar al otro lado del telefono "estamos completos y para casa" respire, y por primera vez en todo el dia, me puse a soñar con el sábado que nos esperaba...

El Sábado toco romper jara en Los Valsequillos, una fina de esa hermosa Villaviciosa, y aunque su hermosura la hace grande el dia lamentablemente no pintaba bueno...mucho frio, mucha agua, las primeras gotas del dia nos pillaban por la carretera y ya el dia tan solo iria a peor... 

La llegada a la junta por la mañana, llena de saludos a esos compañeros que ya dia tras dia, suelta tras suelta se hacen más indispensables, risas al mal tiempo y tras el primer chaparran de agua, comenzamos la salida hasta nuestras sueltas..... en la furgoneta ya comentabamos...que vistas...las nubes no eran capaces de desafiar al monte, y se quedaban encajadas en la caja de un rio...donde a medida que bajabas por su carril te embelesabas mirando como casi parecia que andabas sobre ellas...ante tan hermosas vistas, casi estabamos pasando por encima que el carril, ese camino que nos llevaba a nuestra suelta por momentos se ponia más feo. la furgoneta del "tito Juan" le costaba trabajo descender y algunos puntos casi rozaba demasiado las cunetas.. nosotros, nosotros simplemente pensabamos en que ojala y el tiempo nos diera una tregua.

Clara nuestras sueltas, comenzamos la batida de una mancha complicada, con jaras viejas, con mucha agua y todo subida..siempre subida, en ningun momento de la mañana caminamos derechos... los perretes fogosos, sin duda aun latientes por el dia anterior, corrian tras las primeras reses, y los perreros por el contrario, ademas de animar a nuestros valientes, maldeciamos al cielo una y otra vez...con esos gritos de "cierra el grifo" o el "wisky solo que el agua se la pongo yo..." lo dicho, entre risas al mal tiempo ibamos pasando la mañana...

la recogida no menos tormentosa, con ese agua que ya te cala hasta el alma, con ese frio que al pararte no te permite dejar de tiritar intentas recontar a tus valientes, con las ganas de que no falte ninguno...pero parece ser que eso es casi imposible... seguimos llamando, seguimos cargando perros, nos seguimos mojando y el rio...el rio cada vez sube un poquito más...
Por las emisoras se escuchan voces de aliento, de  compañeros que con un simple "como vais ¿?" te dan tranquilidad, porque sabes que alguien se preocupa por ti, porque sabes que alguien te espera....sigues recontando, siguen faltando y sigue lloviendo... comienzas a alterarte, la desesperacion se hace por momentos mas latente, porque el unico pensamiento y la unica frase comentada entre los 6 que alli nos encontrabamos era "veremos a ver para salir de aqui".

Por fin, Chocolate decide volver a la furgoneta, somos los primeros en estar completos, y a todo trapo abandonamos nuestra suelta con el miedo en el cuerpo, dejando alli a nuestros compañeros... como recomendo el "tito Juan" ..id subiendo, para ver el terreno y para ir avisando que nosotros de aqui ya no podemos salir... dicho y hecho, si lo manda el veterano del lugar vamos a hacerlo compañero.. en esa furgoneta roja se mascaba la tensión, los perretes ni se movian y Adolfo por un lado y yo por otro, ibamos viendo el carril y cual copiloto de rally cada cinco rodadas un canto.."por aqui hay mas piedra" "Adolfo, por aqui esta mas pisado..." y poco a poco a base de embrague y acelerador fuimos dando vista, cuando por fin nos vimos en todo lo alto del camino un suspiro se escucho al unisono... "por fin..."

Al llegar a la furgoneta todo prisas, yo casi sin poner pies en la misma me fui en busca de un buen amigo que con su todoterreno andaba sacando reses... "Chico, por fa... Juan, Santi y otros dos, estan aun en la suelta, y de alli fijo que no salen..."... mi amigo como bueno que es, dijo un no te preocupes que de ahi los saco yo...los minutos pasaban lentos muy lentos.... hasta que la primera llamada llego "Anita, no te preocupes que estan atollados pero los puedo remolcar yo...en cinco minutos esta alli el primero..." entre conversaciones en la junta de carnes, los ojos solo se iban al carril principal... donde al primer ruido de furgoneta el corazon se sobre saltaba...sin duda la hora mas larga del sábado, cuando por fin aparecieron Adolfo y yo, con esa complicidad que te da el monte,  pensamos a la vez eso de "por fin se acabo..."

Tras la odisea, tras el miedo...volviamos a casa, riendo por la noche que nos esperaba y sin querer casi ni comentar el estres pasado, el montear con el miedo de no saber si podrias salir de alli ese dia, ver como te cae la noche, la lluvia no cesa y los carriles se hacen mas arroyos... ese miedo por la incertidumbre, esa falta de tranquilidad que el perrero una vez terminada la tarea de monte se ve obligado a padecer.....simplemente esa traba que te pone el tiempo, te hace pensar si de verdad vale la pena... asi que, para no tener la tentacion de analizar si todo esto es compensado con lo que el monte te devuelve simplemente dejas de hablar.

Aun hoy, los trajes de agua chorrean y las botas no se terminan de secar, pero con todo y con eso, nos seguimos quedando con ganas de más....

3 comentarios:

  1. Uuff rehalera, hasta yo, desde aquí, he empujado a la furgoneta.

    Muy dura la vida de l@s rehaler@s

    Saludos
    Varoper

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  2. ¡Eres mas dura que las rodillas de una cabra! jejejeje,.Felices Fiestas guapetona.

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  3. Feliz Navidad para Ana B. y sus poencos, que somos unos cuantos.
    Y que en el 2011 sigamos todos tan pendientes de su caracola.

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