martes, 27 de noviembre de 2012

"El Berro" , Entre Piedras


Noches que se juntan con amaneceres, casi sin darte cuenta miras rápido el reloj y no puedes creerlo ¡¡¡ Cómo se me ha podido ir tanto el Santo al cielo ¿? Sales casi sin decir adiós a los presentes, entras en una casa en la que ya no esta dormida y haces un vago intento por refrescar el cuerpo con una ducha no demasiado caliente.

El amanecer te ha cogido las vueltas, y el furgón espera en la puerta cargado de cencerras que cimbrean nerviosas….. no hace frio, esta la atmosfera con una tranquilidad contenida. En el furgón, ni una sola palabra, por primera vez en muchos días rio ante el diita que a mi cuerpo le espera.

Sin salir mucho de la carretera que recorro a diario, ponemos rumbo hacia “El Berro” de esta finca, no conocía nada pero nada de nada… inculta mi mente perrera. Al llegar a la junta caras conocidas que llevaba demasiado tiempo sin poder saludar el veterano Pepillo “Fragonetas”¡¡ este hombre que en la temporada pasada me preparo candela, este hombre curtido en la dureza que tiene el monte, tiene para todos una reprimenda….me encanta ver como él, de los perreros de antes, me mira con el máximo cariño que su apariencia ruda pueda reflejar. Ricardin de la Rehala Joaquin Vadillo, perreros como Rafael “cola-cao”, Raúl  monteando los  Machucas… una lista larga,  una lista que hicieron entrañable la espera y me impidieron dormirme de pie…

Al poner el rumbo a la suelta, acompañamos a Juan de Ecija, un perrero peculiar por su forma, sus perros y su simpatía…. Los carriles de esta finca no son precisamente un paseo, por lo menos la parte que corresponde a nuestra suelta es todo un barrizal, damos gracias a que el cielo se aguante y no derrame ni una gota. Tras las primeras indicaciones Adolfo da suelta a sus valientes, guarda silencio y yo llamo desde la parte de arriba… me vuelven loca cuando salen con tantas ganas y si, se me cae la baba cuando mis valientes me arroyan a su paso y responden a mi voz…  no puedo evitarlo¡¡¡ no me acostumbro a su obediencia y en días como el del domingo la necesitaba…

Comenzamos una subida que no termina, en un transcurrir entre pinos y piedras…sobre todo piedras, peñascos grandes que dan una forma hermosa a esta finca, las vistas te dejan sin aliento…los perros no paran de moverse entre ellas y dar largas salidas,  sin previo aviso cuando alzo la vista tras zafarme del abrigo de las bajeras de algunos pinos una cierva me hace gritar “que me arroya, que me arroya¡¡¡ “ cerrar los ojos y echarme al suelo…… la vi, la sentí, la note … a menos de dos centímetros de mi nariz paso ella fugaz, seguida por una docena de perros. Cuando abri los ojos, Adolfo que siguió mis pasos y el guía no daban crédito, lo cerca que me paso y no, por suerte no me rozo… 

Es curioso darte cuenta que diferente es montear en este terreno, pues con el jaleo de las ladras, concentrada en donde colocar los pies y las manos, la vista al arroyo que quiere empezar a correr en la parte baja, no la escuche….no sentí su tropel, no preste atención a la carrera que se plantaba delante de mi. Pero la vi cerca…como la vi¡¡¡ tuve que soltar una carcajada para liberar la adrenalina que se acumulo en mi garganta y entre bromas replicarle a Adolfo “yo creo que deberías ir tu un pelin mas adelantado no jajajaj”  Adolfo sonrió y no hizo falta que hablase mas, pues hizo caso omiso y siguió a dos metros de mi mas bajero…

Las ladras en aquel barranco se sucedían, las ciervas buscaban el refugio que le dan las coronas altas y nosotros sin el equipo de escalada, comenzábamos de nuevo otra ascensión interminable….

Mas carreras, mas arroyones fugaces, pero ya con los cinco sentidos puestos no solo en mantenernos en pie son más claros sus pasos y dirección…

Fue una mano divertida,  unas vistas y unas ladras que me impidieron pensar en la falta de sueño. La llegada a los furgones fue casi limpia, tan solo faltaban dos cachorros que se habían quedado rezagados tras las carreras de las ultimas ciervas.


en el fondo...la mano que andamos en el Berro


Adolfo subió a uno de los puntales caracola en mano, mientras yo con el botiquín fuera arremangue las manos de la camisa y me senté en el barro frio del Berro junto con uno de los podencos del compañero Juan de Ecija, quien con la voz entre cortada me pedía algo que me desmonto el mito del perrero rudo “ yo te lo ato y tu limpias la herida….que yo no puedo” sus ojos denotaban un dolor indescriptible (y no hablo del perro) 

Con la cura ya hecha, y las ultimas puntada de hilo y grapas….todos juntos ya. Pusimos rumbo a la casa, esperando con ganas poder emprender el corto camino de regreso y poner fin a un día intenso.
No todo es dulce y pastel en estos días de suelta, pues las piedras del Berro aunque hermosas son duras de pasear… merece la pena sin duda que el sudor frio te recorra la frente tras llegar a la parte alta….
El camino a casa se hace silencioso, creo que también por primera vez no duermo en ese furgón,  llevo el cuerpo aun acelerado suman muchas horas de falta de sueño y otras tantas de inquietud… pues sin duda El Berro, me enseño que si la mente quiere el cuerpo puede…


Señores, de nuevo con ganas de más¡¡¡¡

… gracias Señores Perreros, por hacerme disfrutar tanto entre vosotros…así da gusto ¡¡¡

2 comentarios:

  1. Magnifico como siempre, Ana B, y me ha traido recuerdos imperecederos comom una vez en que caían chuzos de punta y una cochina, al saltar el talud, me callón encima ¡literalmente!
    Te contaré una cosa: Esa parte de peñascos que monteaste siempre se cononoció por LOS RISCOS antes de agregarse al Berro, y me contaba mi abuelo que allí resistieron las últimas monteses de la sierra morena cordobesa. ¿Sería verdad? No me extraña.
    Por otra parte y sin que suponga enfado alguno por mi parte, he visto que el enlace con mi http://lolomialdea.blogspot.com.es/ ha desaparecido de tu blog... no se porqué.
    En cualquier caso yo mantendré el tuyo simplemente porque me gusta mucho.

    Un saludo cordial. Lolo

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    1. hola Lolo,

      gracias por pasar por aqui, el tema del enlace solucionado, no se porque desaparecio (como siempre, tocaria algo que no deberia :))

      un abrazo
      ana B.

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