madrugada de septiembre....

Sábado, rutina, ducha, rimel....pero sin ganas de tacones, de pronto alli estan, desde el fondo del armario te llaman a voces, tus vaqueros gastados y tus deportivos, una vocina y la puerta de tu casa y sin tiempo para reaccionar te ves bajando los escalones sin que te siga un ritmo de tacon por detras... al abrir la puerta del coche, notas que los ojos que alli te esperan no entienden tu atuendo y tu falta de falda corta.

A veces para ser felices hace falta improvisar y yo el sábado decidí que mis improvisaciones estaban siendo cada vez menores...asi que alli estaba, con un par de mantas y una alternativa al sábado de fiesta, a mi alrededor tacones y olor a perfume acompañados de unas caras que a regañadientes aceptan acompañarme un rato diciendo eso de "Ana, las cosas se avisan"

Sin rumbo fijo, salimos de un  pueblo que aun se mantiene despierto, terminamos en un encinar en el que al bajar del coche, notas que no te hacen faltan las luces para ver con claridad, una luz blanca de una luna generosa hace que la noche sea hermosa...irrumpimos en aquel rincon cual escuadron del apocalipsis, "como pincha, que frio...me cago en la p... si lo se no vengo" era lo mas escuchado a cada paso...y yo pensaba " est@s no quedan conmigo otro dia si no firmo que es para ir de fiesta..." 

sin embargo, alli estaban aguantando el tiron, ayudandome a tirar unas mantas en el suelo, cuando sin esperarlo a una distancia demasiado cercana un berrido nos mando callar, en las caras de los que alli estabamos se mezclo el miedo con la curiosidad. nadie se marcho de alli, al contrario tomamos asiento en nuestras mantas y sin que ninguno mandase callar todos permanecimos escuchando la hermosa serenata.

estaban alli a pocos metros, sentias sus pasos en el pasto seco, notabas como eras tu la invitada y ellos los que paseaban a sus anchas por su casa, sus cantos de amor intenso  te dejaban mirando al cielo observando una noche clara con una musica hermosa de fondo...sin duda en la cara de los que me acompañaban ya no habia miedo...

cada vez eran mas intensas y fuertes esas llamadas de amor pregonadas a voces en mitad de la noche, tampoco ellos nos tenian en cuenta, que ciegos y sordos nos vuelve el amor¡¡¡¡ tirada en aquella manta, de vez en cuando cerraba los ojos y simplemente me repetia que hermoso es esto de improvisar...

Madrugada de un sábado en el que no hubo tacones ni vasos largos, no hubo aglomeraciones ni saludos forzados.... madrugada de un sábado dulce, tierno, en el que de nuevo la naturaleza nos enseyo como es mejor gritar el amor que callarlo, vivir el momento que esperarlo... de nuevo, otra noche de berrea en la sierra cordobesa nos da lecciones.

recogidas mantas, rumbo de nuevo a nuestras casas nadie emitio un sonido en aquel coche, seguramente por la mente de alguno pasaria eso de "a mi no me pillas en otra" pero en sus miradas habia una ternura que yo, llevaba tiempo sin poder ver... 

se va otra madrugada de septiembre intensa, donde yo dormi mas desinquieta de lo normal, porque una vez más senti envidia y celos de esa naturaleza libre que nos rodea......