A Cardeña llegamos, con el dolor de cabeza que produce el traqueteo de la furgoneta en carretera, pero con todo la ilusión del mundo, ya que para mi esa finca se consiguio la pasada temporada un lugar enorme en mi corazón... llegamos a Santa Maria con la ilusion de revivir, de pisar de nuevo lo que ya pisamos, de sentir de nuevo lo que ya sentimos, pero lamentablemente la vida nos dio un dia mas una leccion importante, y es que si ya viviste lo bueno, igual lo que te queda ahora por conocer es la cara menos dulce....
En la llegada con los demas Rehaleros, cara ya conocidas, desconocidos que poco a poco se van transformando en amigos, primeras indicaciones y se nota la ausencia de algunas rehalas, de ahi se puede ya intuir que las manos a batir seran tambien mas largas....
Tomamos rumbo hacia nuestra suelta, es para mi Santa María una de las fincas más hermosas y descaradas de nuestra Córdoba, descarada porque ella sola se atreve a mezclar zonas de pino, con llanos de chaparrales inmensos, ella sola pone a nuestra disposición un casa sinuosa, que andar por ella en coche es una delicia con carriles anchos, pero pisar sus jaras no es un suplicio si no todo lo contrario, es para mi Santa Maria, una finca agradecida una finca que solo por su forma ya se gana un respeto...
Por fin, zahones y polainas colocadas, perros que ladran insistentes en furgones y remolques, y la suelta, escalonada sin prisa, para que de tiempo a que cada uno coja su mano como le corresponde... mientras Adolfo abre la puerta yo me adelanto para ir encauzando a nuestros valientes, por fin... la entrada en la finca se hace con el arranque de las primeras ciervas y los tiros de fondo de las diferentes armadas... la cosa promete ¡¡¡
conforme va avanzando la mañana el calor se va dejando notar, y aunque la suelta fue temprana, siempre parece que deberia haber sido antes, falta de agua y los animales lo notan, las ciervas y gamos le sacan buenas carreras y recurperar fuerzas les cuesta, tanto a ellos como a nosotros..... mas tiros, mas ladras, mas carreras... era todo un no parar... en este tipo de manchas no tienes prisa por terminar, no tienes prisa por pisar sus jaras, te gusta hacerlo despacio, disfrutas viendo a tus valientes como ladran insitentes esas reses con las que casi tropiezan...simplemente disfrutas con ellos....
en la recogida, una vuelta tranquila, sin percances, ha sido una suelta limpia... ya sobre las 15: 00 h. llegas a tu suelta, sudando, agotada ( como el resto de tus compañeros...) y comienza la verdadera odisea, das un vistazo a tus perros y cuentas solo a 7 ..y pienas..."no puede ser..." vas cargando y renombrando...y comienzas a escuchar las caracolas insistentes llamando a esos rezagados, que a buen seguro entre tantas carreras, entre tantas ladras, olvidan que el dia acaba...
alguno que otro va dando cara, y la desesperacion en lugar de menguar crece, porque lo mismo te da el numero de los ausentes, la preocupacion porque no estan todos, te impiden sentarte y comer tranquilo...mas caracolas, mas voces... y a eso casi de la 5 de la tarde, cuando solo faltan dos por llegar... te lavas las manos y junto al resto de tus compañeros...buscas un lugar en comun donde tu comida es su comida, tu emisora su emisora, y mientras das un bocado, lanzas un ruego a los compañeros de otras sueltas.... ries..con los comentarios, con los chistes, con las anecdotas del dia pero no olvidas, y de vez en cuando todos dan un vistazo al reloj, un soplo a la caracola, una voz a los pinos y de nuevo un trago de vino.....
esta espera, este ritual de recoger a tus valientes... forma parte de la dureza de esos Rehaleros, que ahora si...son casi "olvidados" en el monte....es curioso ver como a la mañana, todo el mundo pregunta por la rehala de fulanito, el numero de perros de menganito...y sin embargo, con las piezas en el plantel de reses, con los vasos largos en la junta de carnes, pocos o muy pocos parecen escuchar que de fondo, aun resuena una caracola, aun llama un Rehalero a sus perros, aun un hombre sigue esperando en el monte y muy probablemente cuando cojan rumbo hacia sus casas, con el trofeo que nuestros valientes les ladraron...muy pocos piensen, en ese que dormirá al raso....
Con resignacion, dejas una chaqueta en la suelta, y tomas rumbo hasta tu casa, entre tanto en el camino el telefono no para de sonar "el bueno de Luis preguntado si aparecieron" " el compañero de otra mancha que pillo tambien tu frecuencia de emisora y llama para ver si saliste ya del monte" " el compañero de suelta que cuando llego a casa, cayo en la cuenta de que no sabia si tu tambien habias vuelto " ...y es entonces cuando piensas... " pues igual no esta tan solo el Rehalero, igual si que hay quien se acuerda de tus valientes...y sobre todo, igual si que hay quien siempre te tiene presente...." la dureza de esta aficion, de esta forma de vida, no hace sino darle mas encanto, mas garra y mas ganas a nuestros dias... presentamos la valia, ese afan de superacion, que trasladado al dia a dia de nuestras vidas, nos hara ser un poco más fuertes....
resonó una ultima caracola entre los pinos de Santa Maria, mientras un soniquete de remolques se alejaba con la luz de la luna llena...volvio el silencio a esa finca, volvio la paz que se merecia... y sin duda, retomo ese dia a dia, que para mi siempre la convertira en una finca grandiosa...
nosotros con la tristeza en la cara, seria el bueno de Adolfo el que al dia siguiente regresear a por los dos rezagados, a buen seguro, en la proxima suelta andaran más pendientes de la caracola que los llama.....
Grande Anita, como siempre...
ResponderEliminarEl bueno de Luis.
Buenísimo Ana.
ResponderEliminarComo tu bien dices, que poquitos se acuerdan.
Tube la suerte de salir unos años con una recova y se lo que es eso, te falta lo mas importante, el llegar tarde aun agarre y encuentres a mas de uno de esos valientes con las tripas fuera o el cuello rajao, esa es otra y gorda, esos no vuelven.
En cambio el viejo truco de la chaqueta da buen resultado.
En fin esperemos ese agua que tanta falta nos hace.
Un saludo Ana.
Luis "chispa68"
Precioso Ana, sencillamente precioso...
ResponderEliminarPd: espero que nos cuentes cuando aparezcan.
Dtello
Gracias... me faltan algunas foticos que no se bien porque hoy no se quieren subir :)
ResponderEliminarlos perretes el domingo ya durmieron en casa ...
Bueno de Luis...Mil gracias ¡¡¡ por estar ahi ;)
Bien relatado día de rehaleros; es como una obra de teatro ambulante, la función acaba sólo para los espectadores, a los actores, detrás del telón, siempre les queda una dura faena y algún contratiempo.
ResponderEliminarMe alegro que esos dos buenos canes esten con los demás.
Varoper
Lo que nos faltaba a los blogueros, es tener a una persona como Ana con nosotros. Rehalera, con afición, sensibilidad, arte al escribir y sabiendo transmitir lo que quiere contar.
ResponderEliminarFelicidades y gracias.
Ana como siempre en tu linea sublime, un relato precioso a esos valientes como tu llamas, pero en el que hoy he echado en falta tu final.
ResponderEliminarUn beso
Juan Antonio Medina
Gracias por este relato tan sincero de tu vuelta a Sta. Maria. Nos invitas a pasar esas sueltas y esas recogidas en vuestra compañia y es todo un detalle.
ResponderEliminarPor cierto, que no te de verguenza, que rehaleros ni que leches: PERREROS. Que siempre se ha llamado asi y hay que guardar las tradiciones, debes sentirte orgullosa de serlo.
Rorry
Pero... de dónde ha salido esta nena con este par de cojones, me pregunto tras leerlo de un tirón.
ResponderEliminarPárate, no hagas ningún comentario, no metas la pata -pienso y me digo-, has puesto demasiado entusiasmo en la lectura, te has dejado llevar, léelo otra vez, tienes que buscarle los fallos.
Y termino, y vuelvo aquí... y concluyo: el fallo es mío, no es cuestión de cojones, es todo corazón... sensible y, sin embargo, poderoso... como dos carretas... o tres.
De gracias nada, gracias a ti por deleitarnos con esos relatos.
ResponderEliminarTe soy fiel Ana, te tengo enlazada a mi blog y cada vez que lo abro tengo que dar una vuelta por el tuyo.
Como dice Juan Eugenio Ortega, eso es afición, sensibilidad y arte al escribir, parece que estamos cazando contigo.
Un saludo.
Luis Galván "chispa68"
Amigo Rorry gracias por tus palabras, tan solo un pequeño apunte, al llamarnos/llamarlos Rehaleros no lo hago por ningun tipo de verguenza...
ResponderEliminarme da igual el nombre que se emplee, tan grandioso y valido me parece el de perrero, como el de recovero, como el de podenquero etc etc...
me es indiferente, porque para mi todos significan exactamente lo mismo, para mi todos reflejan esta forma de vida con la que tanto disfruto y difrutamos...
gracias ;)
ammm¡¡¡ Juan Antonio Media ....y como siempre ....ME QUEDE CON GANAS DE MAS ..... muackis
ResponderEliminarUna lectura amena y entretenida.
ResponderEliminarHe acabado buscando los perros que faltaban, en una ocasion me dijeron; "no dejes que los demas vean como haces un trabajo, no será valorado". Cuando desde el puesto se os ve pasar, y la mañana va mal, es facil pensar, porque este tio no se baja y mete los perros por aqui, por alli ...
ResponderEliminarPero en este caso, ha merecido la pena ver cual es el trabajo de los perreros, para poder valorarlo, ya que el loco solo envia fotos a la pluma de oro,y no nos cuanta, deberia de contarnos algo como lo hace Ana, que seguro tiene quien se lo publique.
Saludos.
Juand.
De "palique"en el teclado no estoy muy puesto,pero si te cojiera por banda te iva a poner la cabeza como un "bombo" ,por lo cual envio por hay algunas fotos y salgo del paso.Saludos.Estoy preparando la maleta, este "finde" toca en Huelva.
ResponderEliminarEl relato me ha pegado en "to el codillo". Emocionante.
ResponderEliminarBravo por ti y bravo por los perreros.
Loco, espero encontrarnos por alli, o donde sea y que me pongas la cabeza loca.
ResponderEliminarSuerte a todos para el fin de semana.
Juand.