lunes, 9 de diciembre de 2013

Las Mestas. cuando los sentidos se anulan

  Hace frio contenido en esta mañana de Domingo, subir al furgon y poner rumbo a las Mestas hace que la mente de todos los que formamos NavaObejo se vaya a recuerdos duros, momentos con aquella vieja coloraita que nos enseñaron el significado del Compañerismo. 

  A la junta llegamos sin embargo, sin la presion que produce un dia de agua, sin miedo a los atolladeros se respira una tranquildad que solo en ocasiones se vuelve tensa cuando Adolfo suelta frases lapidarias tipo "a ver si decimos lo mismo cuando estemos de camino a casa" golpes de realidad que da la experiencia, dejan claro que lo importante no es como se empieza sino como se termina.

Ya por la mañana saludar a Pepe, Oscar y Angeles me hace dibujar una gran sonrisa''' sigue asi'' encontrarme en el monte cada vez con mas compañeras me sube la moral a lo mas alto¡¡ este mundo es duro, pero en peores plazas tendremos que torear seguro¡¡¡¡

Dispuestas la salida de las Rehalas, seremos compañeros una vez mas del Gran Sebastian. Para mi es todo un orgullo ver como un hombre curtido en la dureza del monte, conocedor del mundo de la Rehala en su mas pura esencia, me ha abierto las puertas de su corazón y me deja compartir como si de uno mas se tratara de momentos unicos.  verle con su mascota de medio lado, soltar sus podencos y dirigirlos a la mano al toque unico de su caracola... me ha regalado una de las sueltas mas puras y castas, mi mente no olvidará nunca esa imagen que se perdió en la espesura de la umbría.

Nosotros cogimos la mano baja de aquella umbría que ya conocemos demasiado bien, todo parecia llevar el ritmo de una Monteria intensa, las carreras tras unas ciervas consiguieron ponernos la cara seria, muchos de nuestros valientes, se quedaron en la orilla contraria del enorme pantano que dividía umbría y solana,  intentamos seguir nuestro paso y nuestra mano, pero la vista y el oido de vez en cuando se dirigian hacia aquel rincon, donde muchos de los nuestros guiados por nuestras voces se empeñaban en cruzar a nado. La angustia por los fatales desenlaces que esto podia conllevar no nos dejaba respirar tranquilos.

Avanzamos por aquella umbria, la adrenalina sube por momentos, esa es la sensacion que da avanzar sin llegar nunca a andar derechos, pendientes siempre de apartar zarzas para poder continuar el paso, oscuridad en su maximo exponente, asi se anda por la umbria de las Mestas, se avanza a ciegas y tan solo te frena el ladrido ha parado de algun podenco que reclama atencion, en ese momento, cuando te paras, doblada sobre tu cintura, atenta a cualquier arroyon, justo hay es cuando sientes que tu pulso se acelera al mismo ritmo que se doblan matas ante ti, la vista es un sentido anulado por completo, solo te queda afinar el oido y tener destreza para evitar las verdas usadas. Desde arriba Sebastian te grita un "Ana, te llevan uno justo de frente, cuidaito" entonces vuelves a querer hacer uso del sentido que mas anulado tienes, los ojos se salen de sus cuencas buscando algo que solo te diran tus oidos, El temido y deseado arroyon se escucha dos metros por encima de tus pasos, el olor a guarro invade la umbria, tu corazon late mas rapido de lo que ningun beso lo ha echo latir nunca, al paso del guarro en tu rostro aparece una enorme sonrisa que se mezcla con un suspiro de alivio, aqui esta....las consecuencias de haber liberado en 2 segundos la adrenalina contenida desde el momento que pusiste el primer pie en aquella oscuridad.

La recogida no es tranquila, la vista se dirige inconscientemente a la otra orilla del pantano, de nuevo el sentido que mas anulado tenemos vuelve a querer cobrar protagonismo, ya deberíamos saber que no nos estaba siendo util en aquella umbria.  recuentas y ves que van llegando a ti, algunos perros fatigados y mojados, corazones valientes y fuertes, que a nado cruzaron y que te demuestran la alegria de haber llegado a tus pasos. El guia nos informa de que alguno se vio entrar en el pantano y no salir, en ese momento un pellizco te encoje el corazon, pero somos fuertes, tan fuertes que lo unico que hacemos en apretar el paso en aquel llano y recontar una vez mas, uno que coge Sebastian, otro que trae Luis en su coche porque llego a su postura, otro que llega desde la solana y asi hasta completar el furgon.... Adolfo se echa la mano a la no poblada cabeza, su cara ha cambiado de color. yo, yo simplemente doy gracias por no tener que estar quejandome ahora de haber perdido a ninguno de este equipo.

Por primera vez en muchas temporadas, nos vamos de las Mestas, sin gritar lamentos (preocupados solo por el muslo de Luis, lo que no te pase a ti¡¡¡¡ jijijiji) 

El camino de vuelta es largo, el cansancio de las piernas pesado, cerrar los ojos y dar gracias por este regreso es solo uno.


Dejamos un año mas Las Mestas, con la sensacion de haber vivido unos segundos en su umbría que tardaran en borrarse, la esencia de montear con los sentidos anulados, la pureza, la mezcla de lo antiguo con la nuevo.... quedarnos como hacia mucho tiempo que no nos quedabamos...Con ganas de mas.


con el Gran Sebastian. Momentos.






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