Que complicado resulta siempre asumir que algo llega al
final, hablemos de lo que hablemos siempre cuesta… que trabajito nos supone
poner punto y final a un amor, a una amistad…que trabajito nos cuesta, poner
fin a una temporada.
Parece que se termina una más, volvemos a seguir con
meticuloso rigor el proceso de engrasar, limpiar y colocar, cada cosa en su
rincón, la canana en aquel perchero, la superpuesta en el armero, los zahones
abrazados al cuchillo ( pues parece que así les gusta descansar…abrazados)
Una temporada más o una temporada menos ¿? Es difícil contestar a esto, pues si bien ha
sido disfrutada todos sabemos que es una más de las que no volverán, para
nosotros se quedan grabados en la memoria, los fallos, los aciertos pero sobre
todo se quedan las Lecciones. Esas son
las que hace que para mí, cada temporada
sea importante, de cada una de las vividas hasta ahora, me quedo con sus sin
sabores, con la dulzura de un acierto y la amargura de una perdida. La de este
año ha sido gloriosa, pues una vez mas ha sido el monte quien con su lápiz de jara
y su eco de viento me ha dictado eso de que: tan malo es precipitarse como
quedarse esperando demasiado, en el punto medio está el éxito.
Ha sido la temporada del fallo por el corazón inquieto, del
fallo por el pulso demasiado acelerado, ha sido sin duda la temporada de la
duda “ahora , espero, tiro….ahora….” y justo cuando le está cogiendo el ritmo,
justo cuando estas aprendiendo que la caza es solo amor, que cada pieza es
diferente, que cada pieza tiene su ritmo, cada trozo de monte tiene su momento…justo
cuando encuentras ese punto de equilibrio entre el terreno, el viento, tu
pulso, la pieza….justo llega ese final que a la vez de necesario es inoportuno.
He despedido otra temporada de aprendizaje, una temporada de
valores adquiridos que espero no perder nunca, porque espero poder
transmitirlos. Una temporada en la que me vuelvo a quedar con esos minutos que
me dejaron sin aliento, con la compañía, me vuelvo a quedar con ganas de más…
Nos toca, ver dormir zahones y cuchillos, cananas y
escopeta, nos queda recordar aquellos fallos y exagerar un poco en la distancia
de aquel disparo o en la velocidad de aquella pieza…nos toca aguantar la espera
para que el reencuentro sea más placentero….
Señor@s disfrutemos de estas ganas de más que tenemos,
tachemos días en nuestros calendarios y soñemos…pues ya queda un poquito menos…..
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