Domingo,
un día mas en el calendario montero. Das un salto de la cama, coges con mimo
los zahones que has tenido dormidos en un rincón todo un largo verano y sales
de casa. Das un salto al furgón y te paras cinco minutos después.
Esta la
junta demasiado cerca de casa, calienta el sol con ganas esta mañana de
Octubre, y lo que se presenta como un dia mas, resulta para mi sorpresa que no
lo es. Un dia confuso, estamos en la junta de la Lozana y sin embargo no parece
que sea el dia que tantas veces hemos marcado en rojo en el calendario , será
por la fecha que parece que nos hace
sentirnos extraños esperando batir esta mancha sin el frio de febrero en las
manos.
Camino de
la suelta, mantengo aun la sonrisa que me pinte por la mañana, con la idea de
que nada ni nadie me la borrase. Me vi en menos de lo previsto, abrazando los
zahones a mi cintura, busque en aquel carril un rato de soledad para mi,
intente cerrar los ojos mientras ajustaba mi cuchillo para bajar el nudo que
tenia en la garganta, ese mismo nudo que casi me hace decir “aquí me quedo, hoy
no puedo” justo cuando cogía aire mi compañero Adolfo, dirigió su mirada hacia
mi persona, supongo que ya los años nos hacen conocernos demasiado y desde
lejos, me dijo eso de “vamos al lio”.
Cogí
fuerzas, aun no tengo claro de donde, y
me adentre entre las jaras de la suelta del Hinojo, con la sobra de mi pequeño
Pablo pegado a mis tobillos. Grite¡¡¡¡ mas que llamar a nuestros perros, les
grite un VAMOS VALIENTES, que me hizo deshacer ese nudo que me estaba asfixiando.
Me vi apartando jaras a la carrera mano arriba de las cencerras que por fin sentí
tocar monte esta temporada. Ande ligera, incluso en ocasiones perdi de vista la
silueta de mi compañero (lo siento Adolfo, se que comprendes el porque)
necesitaba ese ratito de soledad, de voces, cencerras y jaras. Como necesitaba
el sentir la esencia de la Lozana, el recuperar las razones por las que un dia
pise jaras. De repente en el deambular entre jaras que llevábamos Tobias me
regalo un cabezazo a modo de empujon en mis rodillas….aqui esta¡¡ me vi
animando a estos perretes a sacar de aquella suelta todo lo que por ella habitase,
mala suerte tuvimos, pues no estaba aquello como el año anterior, estarían las
reses volcadas para otros rincones de aquella hermosa finca.
Sin embargo,
mi empeño no cesaba, montee con todo el esmero que los años me han enseñado,
los anime a seguir, a no decaer y con cada susurro en el que gritaba “Vamos
Tobias” una parte de mi me gritaba a mi misma “vamos chiquita que tu puedes” llegamos a la parte mas alta de aquella
suelta, la misma donde de otros años tenemos recuerdos de sangre, en la misma
que una cierva loca casi nos hizo ponernos el corazón en la garganta. En lo cinegético
el único momento en el que nuestros perros tuvieron premio en aquella mano.
Encauzando
la recogida, con mas pena que gloria, pues la Lozana en esta ocasión no quiso
regalarnos ningún rato de ladra intensa ni nerviosismo entre jaras, me di
cuenta, de que había hecho para mí lo impensable, había cogido por los cuernos
el torno mas difícil de lidiar, el de mi propio orgullo. El mismo que me pesaba
al apretarme los zahones, el mismo que me hizo apretar los dientes y decir, “Aquí
estoy”. Pise esas jaras mas fuerte que nunca, jalee para que se me escuchara en
aquellos cerros, puse todo mi corazón en
que la suelta fuese exitosa quise con todas mis ganas que la Lozana volviera a
brillar como lo hizo antaño.
Emociones
contrapuestas, supe ocupar el lugar que me correspondía, con la cabeza casi
rozando lo alto de aquellos pinos, hoy lunes
aun me siento orgullosa de mi misma, por haber sido capaz de discriminar
sentimientos, por haber sido capaz de tragarme mi orgullo pero mantener mis
principios….. hoy me siento de nuevo orgullosa por haberle regalado a la Lozana
el saber hacer de nuestros perros y la fuerza de nuestras voces.
De resultados
como siempre, poco o nada entiende mi mente Perrera, en parte porque me da
igual y en parte porque no me interesa. Lo único que se, es que salí de la
ducha esa tarde, con la sensación de haberlo dado todo en un rincón que lo merecía,
que la mala suerte, o el calor o la fecha no nos premio con la abundancia de
reses y quizá deslució un poquito el día, pero sobre eso poco podemos hacer,
pues a fin de cuentas la caza es asi.
Eche de
menos en aquel rincón la presencia de los que hace unos años allí fueron
desconocidos y hoy en la distancia se mantienen como amigos. Se fue la Lozana
un año mas, dejando tras de si una nueva lección hacia mi persona, que en esto
del mundo del perro afortunados somos aquellos, que nos abrazamos a zahones con
la única intención de disfrutarlo, sin la necesidad de un numero, sin el agobio
de un resultado, afortunados somos aquellos que rompemos jaras solo por el
placer de escuchar una ladra o por la sensación orgásmica que produce rematarle
una pieza a nuestros perros, afortunados nosotros perreros, que nuestro
objetivo es llegar, cumplir, saber hacer y volver a casa completos y sin bajas.
Hoy cuando
miro los arañazos que mantienen mis brazos, me doy cuenta de lo que duelen los
besos que dan las jaras, las señales duras que dejan los amores reñidos…pero
venditos esos amores, que nos hacen tener ganas de mas…
Y gracias
Compañero con mayúsculas, por hacerme sentir que era mi obligación acudir a esa
cita con las jaras. Pues el premio mas dulce lo dan los momentos en los que
recuperas la ilusión y las ganas.
Vamos¡¡
que esto acaba de empezar y yo ya me quede el domingo con ganas demás…. Y que
dulce y bueno es quedarse con ganas de mas.
recuperando la sonrisa, las ganas...afortunados somos¡¡¡ |
Hola ya me pareció leer algo tuyo el año pasado,y este año mirando los resultados de una monteria que estuve ayer he leído esto,es difícil en los tiempos que corren encontrar alguien que le guste este enreo como yo digo,porque no sabe la gente lo que es echar esto para delante,lo que dejamos en casa,familia,amigos,etc...,para salir al campo a disfrutar y a cabrearnos otras veces"merece la pena"pero esta droga como yo digo empuja otro finde,otro año,y para los que nos ven con otros ojos que los hay,mosque saben de la oscuridad de febrero a octubre,los cachorros,los apaños para que todo este listo,la mayoría de las veces sin ganas y sin tiempo,lo dejo, pero ese va a ser bueno venga vamos otro año joder,que difícil es esto,pero como me salgo de aquí.Un saludo y animo para seguir escribiendo
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